Mármol, incluido mosaicos de mármol pulido , es naturalmente poroso, lo que significa que puede absorber agua, humedad y otros líquidos con el tiempo. El acabado pulido, si bien es visualmente llamativo, puede hacer que la superficie sea más propensa a la absorción de agua en comparación con los acabados pulidos o sin pulir. Cuando la piedra absorbe la humedad, puede provocar manchas, decoloración o degradación de la superficie del mármol. Con el tiempo, la penetración de agua puede comprometer la integridad estructural de la loseta, especialmente si el mármol no se ha sellado adecuadamente. Como tal, es fundamental que los mosaicos de mármol pulido se sellen con un sellador de piedra de alta calidad que cree una barrera protectora y reduzca la probabilidad de absorción de agua. Este sellador actúa como protección contra las manchas de aceites, bebidas u otras sustancias que puedan derramarse sobre la superficie.
Los mosaicos de mármol pulido ciertamente se pueden usar en áreas húmedas como baños y cocinas, pero hay consideraciones que deben tenerse en cuenta para lograr un rendimiento óptimo. Una de las principales preocupaciones es la resistencia al deslizamiento de la superficie pulida. Si bien el mármol pulido es visualmente atractivo, puede volverse resbaladizo cuando está mojado, lo que representa un riesgo para la seguridad en ambientes como duchas o alrededor de bañeras. Por lo tanto, al instalar mosaicos de mármol pulido en zonas húmedas, es importante asegurarse de que el drenaje se gestione adecuadamente para evitar la acumulación de agua estancada, que podría agravar aún más el riesgo de resbalones. El mármol pulido es más propenso a sufrir daños por exposición prolongada a humedad excesiva o agua estancada, por lo que es esencial limitar la acumulación de agua, especialmente en áreas como pisos de ducha. Por el contrario, los acabados pulidos o mate, aunque menos brillantes, proporcionan una mejor tracción y son más adecuados para este tipo de entornos.
El sellado es la forma más eficaz de proteger los mosaicos de mármol pulido en ambientes húmedos. El sellador forma una capa protectora sobre la superficie de la loseta, reduciendo significativamente su porosidad y resistencia a la infiltración de humedad. Las losas de mármol se deben sellar inmediatamente después de la instalación y el sellador se debe volver a aplicar periódicamente, una vez al año o con mayor frecuencia en áreas de alto uso, para mantener la barrera protectora. La eficacia del sellador depende de factores como la tasa de absorción natural de la piedra, el tipo de sellador utilizado y la frecuencia de uso. Cuando se aplica correctamente, el sellado ayuda a garantizar que la superficie pulida permanezca intacta y resistente a las manchas causadas por el agua, el jabón u otros contaminantes. El sellado de rutina también ayuda a preservar la apariencia brillante de las baldosas, que puede disminuir con el tiempo sin el cuidado adecuado.
La lechada utilizada junto con los mosaicos de mármol pulido es otro elemento fundamental para garantizar la resistencia a la humedad. La lechada actúa como relleno entre las baldosas y, si no se sella adecuadamente o no es resistente a la humedad, puede convertirse en un conducto para que el agua se filtre en los espacios debajo de las baldosas. Esto puede provocar el crecimiento de moho, lo que puede dañar la integridad tanto de la lechada como de las baldosas de mármol subyacentes. Para evitarlo, se recomienda utilizar lechadas resistentes al agua, como las de base epoxi o de uretano, que son más efectivas para repeler la humedad en comparación con las tradicionales lechadas de cemento. Las juntas de lechada deben sellarse adecuadamente con un sellador de lechada de alta calidad para evitar que el agua se filtre y comprometa las baldosas.